27 de diciembre de 2019

Medidas de distancia

Fue ella la que se interpuso en tantos amores. Cuántas parejas no se vieron separadas por culpa de ella. Cuántas familias no se extrañaron porque ella estaba en medio. Cuántas cervezas no pudieron tomar aquellos dos amigos. Cuántos abrazos se dejaron de dar, ¿y besos? Prefiero ni contarlos. Es un cuchillo de doble filo y está más afilado de lo que parece. Aunque a veces sentía que era necesario, muchas otras te consume. Al principio te hace sentir triste, luego crees que te vas acostumbrando y cuando menos te lo esperes, ella está ahí, recordándote que estás lejos de todo lo que quieres, de lo que necesitas, anhelas o deseas. Ella siempre ha sido la tercera en discordia, ella, la distancia, se ha encargado de recordarte lo solo que puedes llegar a estar. Pero, ¿sabes qué? Ella no es nadie. Es simplemente una medida que no tiene nada que hacer cuando la ponemos junto al amor que sentimos, cuando la comparamos con las ganas que tenemos de comernosla, cuando le demostramos que la ilusión de volver a ver a esa persona de la cual ella nos separo es mucho más grande que los kilómetros que pueda interponer. Esto va por ti, querida distancia; no podrás conmigo, ni con ella, ni con él, ni con nadie, porque sintiéndolo mucho, gracias a ti, aprendemos a valorar a quien tenemos cerca y a quien no podemos tener cada día pero nos morimos de ganas por tenerlo, por fin vemos que el amor no se demuestra simplemente con abrazos, que por más que te metas en medio, harás que las amistades verdaderas perduren. Gracias, gracias por hacerme ver que, aunque no los tenga a mi lado, están siempre conmigo, porque no hay distancia que valga si su recuerdo sigue vivo. Gracias por demostrarme que no necesitas ver y hablar con alguien todos los días para saber que cuando lo necesites,  estará. Gracias por enseñarme que el amor de verdad si existe y que puede dártelo cualquiera que de verdad lo sienta, y no importa dónde esté. Porque a veces, por más que duelas, sabemos que no durarás para siempre, que nosotros somos más fuertes. Porque si, porque sólo eres una medida de distancia, porque sólo eres kilómetros, metros o centímetros, pero no eres nada que no podamos resolver.

31 de agosto de 2017

Efecto mariposa

Todos somos personas. Todos merecemos una explicación que resuelva nuestras dudas. Todos merecemos una segunda oportunidad, así como poder darla. Todos merecemos tener la posibilidad de confiar en alguien. Todos merecemos que nos abran la puerta, que nos abracen y nos digan que todo saldrá bien. Ojalá todo esto fuera así, que el rencor no fuera por dentro de nosotros, porque al final eso es lo que más nos destruye. Ojalá no ser esa chica a la que destrozaron en mil trozos sin importar. Cuando pasamos tanto tiempo junto a una persona, es inevitable acabar conociendo hasta sus más estúpidas manías, saber cuando está siendo de verdad y cuando no, saber que es de una manera y no de otra. Tenemos derechos a reclamar aquello por lo que no estamos de acuerdo. Tenemos derecho a amar y ser odiados. A odiar y ser amados. Tenemos derecho a desconfiar, a odiar en momentos de ira, a llorar, a reclamar lo que un día fue nuestro, a ser felices, a amar. Porque joder, ¿quién no quiere ser amado hasta las trancas? Quién dentro de su sano juicio no quiere que amen todos los cm de su piel, todas sus cicatrices, todos sus defectos e inseguridades. Seré todo lo que quiera, seré el mayor error de su vida, lo que más odia ahora mismo, pero también seré aquella que lo dio todo sin esperar nada. Seré aquella que a pesar de todo quiso seguir confiando y acabo quedándose con las palabras en la boca sin poder volver a pronunciarlas. Seré aquella chica maleducada, insoportable e irritable que te sacaba de quicio, pero también aquella a la que decías amar por el resto de tu vida y la cual hoy siente que su corazón jamás volverá a ser el mismo. Las palabras se las lleva el viento. Estamos acostumbrados a prometer y no cumplir. A decir que permaneceremos siempre aún sabiendo que las cosas no van bien y somos los primeros en huir, cuando debemos quedarnos. Pero dicen que nada muere cuando se mantiene en el recuerdo, éste lo mantiene vivo. Vivo como una foto que revivimos, como una canción que nos lleva a un momento o como una rosa bien cuidada que puede hacerte feliz toda la vida con sólo mirarla, porque al final, de eso tratan los recuerdos, de revivirte momentos que te hicieron feliz o te destrozaron, pero que siguen ahí. Por eso aprendemos, lo reescribimos todo y aprendemos. Porque lo más mínimo, lo cambia todo. Porque esa chica que un día fue feliz, ahora no se encuentra a sí misma. Porque un día confiaba y ahora no. Porque un día la amaron y ahora no. Porque un día le prometieron la luna y ahora ni la ve. Porque un día le dieron todo y ahora la dejaron sin nada. Sin una explicación. Sin un por qué. Sin una despedida. Sin un beso. Sin una rosa. Sin un abrazo. Sin un "buenos días y sin un "buenas noches". Sin un "te amo". Sin confianza y sin alguien en quién confiar. Porque el simple aleteo de una mariposa puede provocar un huracán en el otro lado del mundo. Porque esa es la teoría del caos. Ese es mi caos. Ese era el caos que yo tanto amaba y se convirtió en el caos más absoluto de mi vida.

6 de diciembre de 2016

A Big wall

Llega un momento en el que te das cuenta de que la solución no está en irse lejos, al final los problemas siguen en tu cabeza y eso no lo puedes dejar atras. Llega un momento en el que te ves sin nada, llorando por cualquier motivo y sin saber a donde ir. Llega un momento en el que tu autoestima toca el suelo y sigue bajando a través de él, donde no hay sitio para quererse, ni siquiera a ti misma, porque incluso te cansaste de ti misma hace tiempo. Muchas veces nos cuesta darnos cuenta de que hemos tocado fondo y que no va a ser fácil salir de ahí y que por más que buscas soluciones, la gran mayoría de ellas acaban siendo inútiles. Al fin y al cabo, la peor parte llega en ese preciso momento en el que te das cuenta de has tocado ese fondo que tanto temias. Nuestro cerebro está encargado de almacenar una gran cantidad de recuerdos que aunque no esten presente en el día a día, siguen ahí y salen cuando menos los necesitas. Probablemente de ahí surjan grandes problemas que impiden avanzar a cualquiera llegando al caso en el que te impiden encontrar el modo de salir del fondo y volver a comenzar. Quizás incluso el problema ya no tenga que ver con el resto, sino contigo misma, con tu baja autoestima y tu poco querer. Con tus inseguridades y tu manera de encerrarte en ti misma creando esa coraza que siempre ha estado protegiendote del resto y quien sabe si de ti misma también. El daño acaba siendo peor en alguien así, pues no se cicatriza bien y duele mucho tiempo como para poder seguir como si nada ocurriese. Así es la realidad y al final, se ha de aprender a vivir con ella, en el fondo o en la orilla, donde te toque, por suerte o por desgracia, te toca vivir con ella.

20 de octubre de 2016

Quererte sin fin

Sin saber por qué te quedas fijamente mirando. Mirando a un solo punto, como si tu mirada lo perforace. Realmente no piensas en nada, tu mente se queda en blanco. Se acerca por la espalda y te da un cálido beso en la nuca. Tu cuerpo se estremece como el primer día y aún no has encontrado una explicación a ello. Te giras y ahí está él, mirándote con esos ojos verdes que tanto te gustan. Te escondes en su cuello, te besa la frente, te sientes intocable, protegida, en el mejor sitio del mundo. Notas su tacto, su cuerpo, su calidez, su olor. Notas sus latidos y su respiración y sólo te centras en eso porque no hay una sensación mejor. Sus labios recorren todo tu cuerpo, morderlos cuando se acercan a tu boca. Los tuyos besan cada centímetro de su piel, dando pequeños mordiscos cuando tu cuerpo te lo pide. Sabes que eres suya y que él es tuyo, porque el ying no es nada sin el yang. Sientes como el pulso se acelera, como se forma una preciosa armonía que sólo ambos son capaces de sentir, algo que nadie más entendería. El silencio lo dice todo. Besos, besos y más besos. Hacer que explotes, que explotes de mil maneras, que explotes de amor, que sea el único que conoce tus secretos, tus más profundos complejos, tus puntos más débiles. Que haga que tus momentos más incómodos se vuelvan los más naturales, hace que te vuelvas adicta a él. Adicta a sus abrazos, a sus brazos, a su espalda, a su lengua, a todo aquello que sea él. Marcas de guerra por su cuerpo. Contar todos sus lunares. Mirarlo cuando duerme y acariciar sus mechones rubios. Tumbarte en su pecho y preguntarte cómo has llegado a quererlo tanto, sin darte cuenta. Darle todo de ti, absolutamente todo. Gritarle cuando no lo soportas, decirle de todo y luego arrepentirte porque sabes que realmente no lo piensas. Tras la tormenta llega la calma. La reconciliación. Quererlo más que nunca. Quererlo como a nadie. Quererlo como si te fuera vida en ello. Quererlo hasta morir.

27 de mayo de 2016

Se avecinan cambios

Hoy estoy sensible. El pasado viernes 20 de mayo terminadé todos los exámenes, por lo que soy libre de 2º de Bachillerato. El otro día me preguntaron que cómo definiría el paso por el instituto y a ello, sólo me vino una palabra a la cabeza: intenso. Pasamos mucho tiempo ahí metidos y es ahí donde pasamos muchas de las cosas que nos marcan a día de hoy. Bachillerato ha sido duro, he reído, he llorado, he pasado noches sin dormir, y he estado tan acelerada por la cafeína que me he asustado, me he estresado, quizás más de lo que debería, pero cada uno lleva las cosas a su manera, pero al final estoy aquí, viendo como todo esfuerzo tiene su recompensa. Este año ha sido más duro aún, un curso más corto y más intenso aún, muchos exámenes y mucho que estudiar en muy poco tiempo, pero siempre dije que el que quiere, puede. No puedo acabar esto sin agradecer muchas cosas, agradecerle a la gente que ha entrado este año a mi vida y a aquella que se ha mantenido, gente que ha hecho más llevadero el curso, a mi clase, que aunque a veces no los soporte, en otras ocasiones me han hecho reír hasta dar dolor de barriga, a todos los que me han aguantado en cada una de mis etapas, cuando me vuelvo insoportable y cuando me vuelvo loca porque apenas he tenido tiempo de dormir y gracias a ella, que creo que no hace falta ni nombrarla, por estar siempre que lo he necesitado sin ni siquiera pedirlo, tranquilizarme cuando peor estoy, por ser mi compañera de locuras y la portavoz de todo lo que pienso. Por esto y muchísimas cosas más, felicidades a todos los que hoy, como yo, acaban, y a los que terminan en Junio también, porque el esfuerzo no deja de estar ahí. Esta etapa se termina para empezar una nueva, pero no dejara de formar una parte de nosotros. En resumidas cuentas... nos vemos en la Universidad!!

24 de junio de 2015

60-90-60

Vas por la calle caminando con tu sonrisa habitual, independientemente del día que hayas tenido. Llegas a casa, subes a tu habitación, cierras la puerta y te plantas delante del espejo. Comienzas mirarte de arriba a abajo. La sonrisa desaparece, te sientes cansada y gotas negras empiezan a correr por tus mejillas. Lloras como si tuvieras cinco años, no te sientes feliz contigo misma y eso te tortura día a día, el reflejo de una chica en el espejo la cual no te gusta, no es como todas esas chicas a los a todos le gustan, no tienes un cuerpo perfecto. Ves cosas que no existen, exageras la realidad, pero lo que no sabes es que eres perfecta tal y como eres. Una vez te enseñaron a querer un patrón de belleza que no existe, sin embargo, se olvidaron de enseñarte lo más importante de todo, y es que tú, con tus medidas y tu manera de ver las cosas tienes tu propio patrón que seguir, porque no existe ningún modelo a seguir, únicamente tú.

8 de mayo de 2015

¿Cómo definirías el amor?

El amor puede ser definido de mil maneras, literalmente, por su parte amarga, su parte dulce, desde la experiencia, desde la lógica o desde lo biológico, pero realmente, ¿qué es el amor? Nunca encontramos una definición perfecta que nos coincida con lo que para nosotros es el amor, únicamente porque cada uno de nosotros lo ve de una forma distinta a otra, somos humanos y tenemos pensamientos diferentes.
Amargo, dulce, celoso, confiado, atrevido, apasionado, suave, romántico, doloroso, temerario, perfecto con todas sus imperfecciones, pero sobretodo, es amor. Nos enamoramos varias veces en nuestra vida, pero siempre existirá una por la que lo demos todo, por la que cometamos locuras, porque, el que nunca haya cometido una locura en nombre del amor, no ha estado realmente enamorado, y lo más importante, del que pase lo que pase, nunca nos olvidaremos, porque ese será el amor de nuestra vida y quizás con suerte, lo veamos todos los días durante el resto de nuestras cortas y agitadas vidas, verlo levantarse a tu lado o incluso si alguna noche te apetece, verlo dormir,  sentir su calor cerca, compartir chocolate caliente en un día de lluvia mientras veis una comedia romántica bajo las mantas del sofá, ser como verdaderamente eres, porque el amor tiene esa capacidad de romper tu coraza de titanio para mostrarle a esa persona como eres de verdad, porque sabes que no te va a hacer daño, por lo que no necesitas ese absurdo caparazón de chica dura, porque con él eres la persona más sensible del Universo.
¿Cómo definirías el amor? Pues no lo sé, muchos dirían que es sentir mariposillas en el estómago, pero al fin y al cabo, es mucho más que eso, es sentir que sin esa persona no podrías estar, es mantener la misma llama todos los días y no dejarla apagar, el amor es coger algún día a tus hijos y decirles 'tu padre es el amor de mi vida', es saber enamorar y enamorarse, es querer, querer como si te fuera la vida en ello.